ROBERTO BLANCARTE
El Colegio de México
1. Laicidad ¿con qué se come?
Dicen que un clásico es una obra de la que todo mundo habla, aunque pocos han leído. Algo parecido le pasa a la laicidad: muchos se refieren a ella, aunque sea reducido el número de personas capaces de definirla. De allí surge una enorme paradoja: al menos en el mundo occidental, la laicidad parecería haberse extendido a un buen número de países. El modelo laico se ha vuelto prácticamente indispensable en las sociedades religiosamente plurales y diversas, que desean desarrollar un marco de libertades y pacífica convivencia. Sin embargo, su universalidad es puesta en duda, sus contenidos esenciales son ignorados y su existencia misma es cuestionada.